lunes, 15 de enero de 2018

Aspectos básicos Tema 3.

Tema 3. El origen de la industrialización.

La Revolución Industrial es un proceso tecnológico, económico y social, que se inicia en el siglo XVIII, en 1780, en Inglaterra y que se por un amplio grupo de países (Francia, Alemania, Holanda, Bélgica o Suiza. Este proceso de expansión es el que se denomina Industrialización.
La Revolución Industrial significó el paso de una economía agraria y rural a otra industrializada y urbana, caracterizada por el predominio de la producción de bienes manufacturados y por el crecimiento sostenido de la producción (excedentes, plusvalía – MERCADO).
Esta transformación convirtió a Gran Bretaña en "taller del mundo", y a su capital, Londres, en el centro industrial y financiero del mundo con la libra esterlina como moneda de cambio principal.
Rivaliza con la Revolución Francesa como hito histórico como comienzo de la contemporaneidad en este caso con importantes consecuencias:
                     económicas: los principios teóricos del liberalismo económico o Capitalismo (A. Smith).
                     sociales: la sociedad de clases.
CAUSAS DE LA APARICIÓN DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Los factores condicionantes de la Revolución Industrial son de dos tipos:

                    internos, también llamados endógenos o intrínsecos, son:
                     políticos, por el papel decisivo del Parlamento
                     económicos, con un comercio interior y exterior muy consolidado.
                     Otro de los factores que ayudó a que Inglaterra fuese protagonista de esta revolución fueron sus grandes reservas de carbón (sobre todo en Gales), fuente energética fundamental.
                                            culturales o ideológicas, gracias a los avances en la educación y en el conocimiento científico con personalidades como Newton, Leibniz, Faraday, Cavendish, etc.
                     sociales, con el impulso de una fuerte y pujante burguesía (gentry).

- externos, que se relacionan con las denominadas “Revoluciones Paralelas” en:


                     la Revolución agrícola,
Una serie de transformaciones en la agricultura, que se conocen como revolución agrícola, hicieron posible un notable aumento de la producción de alimentos, que a su vez permitió la supervivencia de una población en rápido crecimiento.
Las tres innovaciones agrarias más importantes fueron:
                    los cambios en el sistema de cultivo:
la difusión de la rotación cuatrienal de cultivos (sistema Norfolk), nuevo método con el que se incrementó también la cabaña ganadera cuyo estiércol, a su vez, mejoró la fertilidad de la tierra y permitió suprimir el barbecho, que exigía dejar una parte del suelo sin sembrar para poderlo oxigenar. Del mismo modo, generó la diversificación y mejora de la alimentación humana.
                    la introducción de nuevas máquinas:
aparecieron nuevas herramientas (arado Rotherham, sembradoras como la de Jethro Tull), que unido a nuevos cultivos (patatas -alimento fundamental de la dieta popular-, maíz, etc) y a nuevos fertilizantes como el guano, permitieron aumentar y diversificar la producción de alimentos.
                     y la nueva estructura de la propiedad:
el cercamiento de tierras comunales (openfields) conllevó a su privatización mediante las leyes de cercamiento (Enclosure Acts).
Esta privatización comportó la individualización de la producción e incentivó el aumento de la producción destinada al mercado (monocultivos de exportación).
El cercamiento de tierras provocó una concentración de la propiedad, que perjudicó a los pequeños propietarios y a los campesinos pobres, quienes perdieron su derecho a usar las tierras comunales. Al no disponer de recursos muchos se vieron obligados a emigrar a las ciudades (Éxodo rural).
                     la Revolución demográfica,
Gran Bretaña vivió una gran expansión demográfica a partir de 1750 y entre 1800 y 1900 el número de habitantes se triplicó, pasando de 10,9 a 37 millones (En Europa pasó de 140 millones en 1750 a casi 400 en 1900).
Este fuerte crecimiento de la población durante el s. XVIII se produjo por la reducción de aquellas “tres parcas” medievales (guerras, epidemias y hambrunas).
Así, la revolución demográfica trajo consigo la caída de la mortalidad infantil, una mejor alimentación y sustanciales progresos en los hábitos higiénicos gracias al uso del jabón, avances en la medicina con la quinina o la vacuna contra la viruela, y en otros aspectos como en el alcantarillado urbano o los cementerios extramuros hizo más “resistente” a la población.
Asimismo, la esperanza de vida creció notablemente, y a finales del siglo XIX se situaba, tanto en Gran Bretaña como en la mayoría de países industrializados, alrededor de los cincuenta años (cuando antes estaba en 38).
Todo ello supondría el ÉXODO RURAL, y por tanto, un aumento tanto de la mano de obra para trabajar en la industria de las nuevas fábricas de las ciudades como de la demanda de bienes de consumo.
Del mismo modo, la industrialización conllevó un aumento y desarrollo de la urbanización con la aparición de estaciones de ferrocarril, tranvías, empedrado de calles, alcantarillado, hospitales, teatros, etc.

                     la Revolución tecnológica,
El desarrollo de la industria trajo consigo el cambio en los sistemas de producción, que se caracterizó por la sustitución de las fuentes de energía tradicionales, tanto animadas (trabajo humano o de animales) como inanimadas, (molinos hidráulicos y eólicos) por el uso de la máquina de vapor por James Watt, a partir de 1769.
El cambio del sistema artesanal por otro tecnológico fue el resultado de una oleada de progresos técnicos y de grandes cambios en la organización del trabajo.
Este proceso comportó la ruina de muchos artesanos, cuya producción seguía en manos de los gremios y la progresiva sustitución por el sistema fabril ( aparición de la FÁBRICA y la producción en serie) ya que se buscaba el incremento de la productividad para satisfacer al mercado.
La primera fase se centró en las innovaciones en el sector textil y siderúrgico.

Las principales transformaciones en el sector textil
                     hiladoras mecánicas como en los casos de inventos de J. Kay, que en 1733 inventa la lanzadera volante;
                     y los telares mecánicos como los de Cartwright (1785) o Jacquard (1790).
Gracias, entre otros, a estos inventores y a sus inventos, se consigue aumentar espectacularmente la producción.

En el sector siderúrgico, el proceso es relativamente parecido al caso anterior, pero sus consecuencias son muchísimo más importantes.

El carbón se convirtió en el gran combustible del siglo XIX alimentando a la máquina de vapor y desempeñando un papel imprescindible en el proceso siderúrgico.
La demanda de hierro para fabricar locomotoras, raíles, barcos, municiones, maquinaria y herramientas de todo tipo estimuló la búsqueda de mejoras por lo que aparecerán los altos hornos de carbón de coque, gracias a Darby, a partir de 1709 y que supondrá un fuerte incremento de su poder calorífico.
Otras innovaciones tecnológica importante será la de Cort, que en 1783 inventa la técnica del pudelado, lo que abaratará considerablemente la producción de hierro, haciéndolo más puro y maleable.

                     la Revolución de los transportes,
el punto de partida es el perfeccionamiento de la máquina de vapor por James Watt, a partir de 1769 y que permitió unos medios de transporte más rápidos y más baratos como fueron el barco a vapor de Fulton (1807), la locomotora de Stephenson (1814), o nuevos tipos de pavimentos, como el firme Macadam.
El ferrocarril provocó una verdadera revolución en el transporte, gracias a su rapidez, enorme capacidad de carga, menor coste por unidad transportada y mayor seguridad para pasajeros y mercancías.
La construcción de la red ferroviaria en la segunda mitad del siglo XIX modificó, tanto en Gran Bretaña como en el resto de Europa, las costumbres sociales, al hacer mucho más rápidos y seguros los viajes de larga distancia.
                     la Revolución comercial estuvo incentivada gracias a que el sistema anterior de “Comercio Triangular” o intercontinental entre Europa – África – América (tráfico de esclavos y materias primas frente a productos manufacturados, tanto y armas) se fortaleció ahora con productos industriales lo que hizo generar enormes beneficios que se invertían de nuevo en sectores como la agricultura o la incipiente industria; y financiera debido a las grandes expectativas de desarrollo económico que condujo, en la década de 1840, a un gran boom bursátil de las compañías constructoras relacionadas con el ferrocarril, que alcanzó su apogeo en 1846. De igual modo se multiplicarán las entidades bancarias captadoras tanto de ahorro como de inversión y las Sociedades Anónimas (S.A) dirigidas por Consejos de Administración y en las que el capital se dividía en participaciones de diferentes accionistas para participar en Bolsa para recibir dividendos o beneficios.

CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Las consecuencias económicas se derivaron de la aparición del liberalismo económico o CAPITALISMO.
Sus ideas principales consisten en:
                     el Estado no debe intervenir en economía,
                     el mercado debe regirse por la ley de la oferta y la demanda, propugnando la libertad para crear empresas, contratar trabajadores y fijar el precio de los productos,
                     la ley de competencia, con el fin de aumentar la plusvalía,
                     la defensa de la propiedad privada y más tarde,
                     la creación de nuevas necesidades con la ayuda de la publicidad.
Las consecuencias sociales  tienen una estrecha relación con el capitalismo que instaura la división entre capital, en manos de la burguesía, y el trabajo, que recayó fundamentalmente sobre la clase obrera o proletariado.
Aparecerá la denominada SOCIEDAD DE CLASES con el enfrentamiento entre la denominada clase alta, la burguesía, como capitalistas y empresarios industriales contra ese proletariado urbano o clase baja. Como “clase media” estarían toda clase de profesiones liberales, fuera del sistema industrial.

En el campo, fuera de este “nuevo sistema laboral” quedará una nobleza y un clero, ahora con escaso peso o status social , pero abusando de igual forma de una menor masa de jornaleros.
Como diferencia de la estamental anterior ahora sí habrá movilidad social por lo que aparecen diferentes grupos abiertos
Pronto, a principios del s.XVIII, aparecieron las primeras reacciones como los Luditas o movimientos anti-maquinistas, la llegada del movimiento obrero  con los Trade Union o sindicatos (unión de trabajadores del mismo oficio que reivindicaban la reducción de la jornada laboral, mejoras salariales, derecho a descansos, huelgas o bajas por enfermedad, además de la regulación o prohibición del trabajo infantil).
En esta nueva sociedad aparecerán pensadores que denunciaron las injusticias creadas por el capitalismo con  diferentes posturas como el:
                     socialismo: Fourier, Owen o Saint Simon.
                     marxismo: Marx y Engels
                     anarquismo: Bakunin o Kropotkin
Marxistas y anarquistas propusieron la Asociación Internacional de Trabajadores, es decir, la unión de todos los obreros del mundo en la denominada I Internacional en 1864. Posteriormente, ahora sólo los marxistas crearían la II Internacional en 1889 con símbolos que han llegado a nuestros días como el himno de la I Internacional o la fiesta del 1 de Mayo como día de los trabajadores.
En las nuevas ciudades industriales (Londres, París, etc) se produciría una fuerte segregación urbana diferenciándose claramente los barrios obreros, en la periferia como suburbios, hacinados en edificios de varias plantas y apenas sin infraestructuras (alcantarillado, retirada de basuras, luz, etc), de los ensanches burgueses, en el centro de la ciudad, con edificaciones lujosas con zonas ajardinadas en grandes avenidas y con todo tipo de comodidades y servicios.
Las zonas donde se situaron las industrias se convirtieron en los denominados “paisajes negros” debido al humo derivado de la combustión del carbón.
Las consecuencias demográficas fueron un gran crecimiento de la población, que con el tiempo acabó convirtiéndose en una verdadera explosión demográfica, por ese motivo apareció la teoría antipopulacionista de R. Malthus.
Esta explosión demográfica también trajo como consecuencia la concentración de la población en la ciudad, así como las migraciones que iban desde Europa hacia ultramar.

Las consecuencias políticas fueron también muy importantes, ya que el poder pasa de la nobleza y de la Iglesia, a la burguesía industrial y financiera, por lo que a partir de este momento, los enfrentamientos bélicos adquieren un carácter económico y, de este modo, comienzan a formarse los grandes imperios coloniales


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