TEMA
9. LA
ECONOMÍA EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS.
1. La posguerra.
1.1. El costo de las
reparaciones de la Gran Guerra.
La
"Gran guerra" finalizó el11 de noviembre de 1918 (cuando cae el imperio alemán e Guillermo II), pero sus efectos
económicos se prolongaron varios años, sumiendo a la economía
europea en un estado de parálisis.
PROBLEMAS DEL TRATADO DE VERSALLES
El factor más perturbador vino señalado por las reparaciones de guerra, al declarar la responsabilidad exclusiva de Alemania.
Como primera cuestión surgió la cuantía de los
pagos, en un principio 352000 millones de marcos oro.......
Posteriormente, en
la Conferencia de Spa se creó un comité de reparaciones, el cual fijó en abril
de 1921, tras dos años de trabajo, un monto de 132.000 millones de
marcos oro. Esta cantidad le siguió pareciendo excesiva a los alemanes. En respuesta, el
gobierno de París ordenó la ocupación del Ruhr.
Esto
agravó hasta límites insoportables la situación de Alemania porque
su moneda se hundió, pasando de un tipo de cambio de 275 marcos por
dólar en mayo de 1922 a 16.667 marcos en junio de 1923. No sin
fundamento se ha considerado la ocupación francesa del Ruhr como la
causa más efectiva del ascenso de Hitler.
1.2. Las deudas de guerra con EEUU.
Con la paz, otra partida diferente habría de ser contabilizada, ya que Washington no tenía intención de renunciar a la recuperación de los suministros de trigo, algodón y otros artículos, facilitados a los aliados durante la contienda.
A los Estados Unidos le debían casi 12.000 millones de dólares: 4.700 millones Gran Bretaña, 4.000 millones Francia, 3.200 los restantes países deudores. Por si fuera poco Francia había asumido una deuda con Gran Bretaña y otros países, hasta un total de 10.500 millones, que la atenazaba para ser generosa con Alemania.
En la guerra los aliados habían permanecido unidos pero ahora, en la paz, no se ponían de acuerdo en torno a los temas financieros derivados de la contienda. Los franceses atornillaban a Alemania para poder, a su vez, pagar sus deudas; los norteamericanos se mostraban severos a la hora de cobrar. Sólo los políticos británicos, más realistas, se manifestaban dispuestos a ceder para que Europa saliera del marasmo económico. En la nota Balfour (1 de agosto de 1922) el gobierno de Londres sugirió la cancelación total de las deudas, para así poder salir de la crisis.
1.3. EL PLAN DAWES
Hundida Alemania, sin beneficio perceptible para Francia, comenzó a gestarse la idea de una comisión, que presidiría el vicepresidente norteamericano Dawes, para aliviar la presión de las reparaciones sobre la economía alemana.
En
ese momento empezaron a ser respetadas las tesis del economista
inglés Keynes en su libro "Las consecuencias económicas de la paz"
(1919), libro que en 1924 había sido traducido a once idiomas. Entre sus
tesis centrales estarían que "se reducía a Alemania a la servidumbre" o que
"se perpetuaría la ruina de su economía" ambos negativas para la resolución del problema.
Con larga experiencia como hombre le empresa, Dawes se sentía impresionado por la pobreza de Alemania en contraste con el potencial de su aparato productivo y sus riquezas naturales; por tanto, resultaba imprescindible la recuperación de la capacidad industrial germana por medio de un empréstito internacional.
Con larga experiencia como hombre le empresa, Dawes se sentía impresionado por la pobreza de Alemania en contraste con el potencial de su aparato productivo y sus riquezas naturales; por tanto, resultaba imprescindible la recuperación de la capacidad industrial germana por medio de un empréstito internacional.
El llamado Plan Dawes (1924), se resumía en la reducción de la deuda alemana a un tercio, junto con la ampliación de los plazos, de manera que Alemania pagaría 1.000 millones de marcos oro anuales durante cuatro años y 2.500 millones a partir del quinto, tras la recuperación de su economía.
La situación económica general se volvió más fluida gracias al inicio de la recuperación alemana aunque no obstante, Berlín tuvo que posponer algún pago.
1.4. EL PLAN YOUNG
En consecuencia, una Segunda comisión,
presidida por el norteamericano Young, presidente de la General
Electric, volvió a estudiar el problema.
A
diferencia del Plan Dawes, el documento no se impuso sino que se
condicionó a la libre aceptación de Alemania. Entre las medidas de
distensión proponía la retirada de las tropas francesas del Ruhr.
El
Plan Young (1929) ampliaba el plazo para el saldo de las
indemnizaciones, reduciendo así las anualidades, y escalonaba los
pagos de forma que se iniciarían con la cifra más baja y se
elevarían progresivamente. Cada pago anual se dividía en una
partida obligatoria y otra condicional, que se podría posponer.
Finalmente, un crédito para acreedores y deudor facilitaría la
puesta en marcha del mecanismo.
El
Plan Young suponía un trato más benévolo hacia el vencido y ponía
fin a la espiral de sanciones y deudas.
1.4. La expansión, los "felices" años
veinte.
A
partir de 1925 se produjo la expansión continua de la economía
internacional. Todos los indicadores demuestran el aumento de la
producción. Finalizaba el marasmo de posguerra y se iniciaban años
de euforia.
1.4.1. Recuperación de la
industria.
Los
países industriales exhibieron la expansión en el aumento de la
producción de acero, sector básico de la siderurgia. Los Estados
Unidos y el Reino Unido casi triplicaron su producción, Japón la
cuadruplicó. Incluso Alemania, a pesar de su postración, la
incrementó en un 60%, signo de que la recuperación iba por buen
camino.
El
carbón y el petróleo se vieron relanzados.
El consumo mundial de carbón pasó de mil millones a mil trescientos millones de toneladas métricas, cifra discreta pero en todo caso perceptible en un sector teóricamente en recesión.
El consumo mundial de carbón pasó de mil millones a mil trescientos millones de toneladas métricas, cifra discreta pero en todo caso perceptible en un sector teóricamente en recesión.
En contraste, resultó espectacular el crecimiento del consumo y producción de petróleo, primero por el tirón del automóvil, más tarde por su empleo en la aviación. La producción mundial se multiplicó por tres entre 1919 y 1929.
La electricidad configuró otro sector en alza en los grandes países industriales. Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña y la Unión Soviética aplicaron esta energía en su industria y su red de transporte; además, había sonado la hora de la iluminación suntuosa de las ciudades.
Asimismo, llegó el turno del aluminio, con un incremento espectacular en los Estados Unidos, que cuadruplicó en pocos años su consumo (de 25 a 100 millones de toneladas).
Basándonos
en el crecimiento de la producción y el consumo, dos notas
resultaban indiscutibles: la supremacía de los Estados Unidos y la
recuperación de Alemania, a pesar del peso de las reparaciones.
1.4.2. Producción en cadena.
La
expansión se basó en nuevos métodos de trabajo, que caracterizaron
por antonomasia la fabricación de automóviles. Con la
estandarización se lanzaron modelos que se repetían hasta la
saciedad y con el trabajo en cadena -ideado por Ford- se aceleró el
ritmo de la producción. El automóvil alimentó el desarrollo de
otros sectores, primero en la propia industria -camiones, tractores
agrícolas, etc.- y más tarde al solicitar la fabricación de
neumáticos o la construcción de carreteras.
Con
el progreso tecnológico aparecieron nuevos artículos en los
mercados: aparatos eléctricos, receptores de radio, aspiradoras,
refrigeradores. La propaganda se encargarla de convertirlos en
imprescindibles.
En
este periodo de consumo se vivió la fiebre de la concentración de
empresas, de los carteles, que dictaban las reglas del mercado, ya en
el sector del automóvil -Ford, General Motors-, ya en la química
-la IG Farben germana, las Imperial Chemical lndustries británicas-
o la siderurgia -United States Steel-.
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2. La gran depresión. EL "CRACK DEL 29", Una crisis mundial.
2.1. Las señales precursoras de la gran depresión.
A pesar de la sorpresa no se trató de un fenómeno
súbito, porque algunos indicios anunciaban que la fácil expansión
de los años veinte carecía de bases sólidas y tocaría pronto a su
fin.
Tres
señales anunciaban la tormenta: sobreproducción industrial,
especulación, excedentes agrarios.
- Sobreproducción industrial. Digámoslo de forma sencilla: se producía más de lo que se consumía. ¿Por qué motivo no ajustaron las empresas su actividad? Hoy conocemos bien el proceso; no dependía de decisiones de cada empresa. Durante la guerra los beligerantes concentraron su industria en suministros bélicos. Consiguientemente, bastantes países de ultramar tuvieron que fabricar artículos de consumo que antes importaban. De este modo, la producción, a escala planetaria, creció de manera desmesurada.
Terminada
la contienda, Europa se reincorporó a los circuitos comerciales. Ya
no era posible absorber los excedentes. Tal exceso de producción se
detectaba en 1925 en los sectores que más se habían expansionado,
como el petróleo o los aparatos eléctricos.
- Especulación. Fue el segundo explosivo. En 1925 y 1926, se desató una fiebre de construcciones en Florida, donde los compradores adquirían inmuebles mediante préstamos. El dinero no fluía hacia la industria sino hacia actividades especulativas. Con la construcción se relacionaba una variedad enorme de empresas, que recibían préstamos y repartían beneficios aunque no vendieran. Pero no se podía sostener eternamente una economía que se apoyaba en una realidad falsa, la de que las empresas obtenían beneficios; la verdad era que recibían dinero fácil y se endeudaban.
- Excedentes agrarios. A partir de 1925, las cosechas superaban las necesidades, y se formaron stocks de alimentos. Para varios economistas el excedente se debía a descenso del consumo, pero el efecto sería el mismo. El descenso de la inmigración en los Estados Unidos repercutió en el descenso de la demanda. Cuando estalló la crisis, el presidente Hoover señaló como causa de la ruina la especulación y la sobreproducción mundial de trigo, caucho, café, azúcar, plata, zinc y, hasta cierto punto, algodón.
2.2.
Se inicia la crisis: pánico en Wall Stret.
El
día 24 de octubre de 1929 se hundieron los valores de la Bolsa de
Nueva York. Trece millones de títulos se vendieron ese día,
denominado "jueves negro". Todo el mundo deseaba
desprenderse de unos valores que días antes se consideraban seguros
y rentables. Y no era un ataque de pánico. El día 29 se vendieron
otros dieciséis millones de acciones a cotizaciones cada hora más
bajas.
Se
ha reprochado a los responsables del Sistema Federal de Reserva, que
debía vigilar la Bolsa, que no hubieran intervenido antes, para
frenar la especulación. Utilizando el símil del automóvil, puede
decirse que un año antes hubiera sido posible frenarlo con leves
desperfectos, pero en el otoño de 1929 iba a velocidad excesiva y el
resultado fue el accidente y las víctimas. Inmediatamente se
desataría una reacción en cadena, porque la baja llamó a la baja.
Se multiplicaron las órdenes de venta, que hundían las
cotizaciones. Las acciones, como cualquier mercancía, bajan si se
ofertan y no encuentran comprador. Todos los beneficios de los años
anteriores se esfumaron como por encanto.
Anotemos
tres efectos inmediatos: 1. Ruina de empresas. 2. Bajadas de precios;
nadie compraba y se vendía por debajo de coste. 3. Paro. Un millón
y medio de trabajadores perdieron su puesto en 1929 en los Estados
Unidos; en 1933, se acercaban a los 13 millones. El cine (películas
de Frank Capra) captó el drama de empresarios y trabajadores:
suicidios y mendicidad.
2.3.1. Crisis en los países industriales y agrarios.
El pánico se extendió a otras naciones, porque los bancos y empresas norteamericanos tenían inversiones en los países industriales. De esta manera se convertiría en una crisis universal.
Las
pérdidas se concentraron sobre todo en cuatro potencias: Estados
Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia, es decir, las potencias
industriales por excelencia.
Pero,
también se hundieron los precios agrícolas, con lo cual los países
que vivían de la agricultura de exportación, y con mayor intensidad
los de monocultivo, se vieron en condiciones de indefensión. Al
menos las industrias podían reducir plantillas, pero la economía
agraria no disponía de estos recursos.
La
situación en que se vieron sumidos los países de América Latina y
algunos de Europa central y oriental fue desesperada. De los países
industriales la crisis afectó, además de a los Estados Unidos, con
especial intensidad a Alemania. Francia resistió algún tiempo pero
a la larga sufrió los mismos desajustes en su economía.
Sólo
Gran Bretaña y los Estados Unidos habilitarían respuestas eficaces
a una crisis que perduró tres años interminables.
Veamos
primero las ondas en Alemania y Francia.
2.3.2. Situación dramática
en Alemania.
El
factor determinante de la crisis alemana estribó en su dependencia
financiera de los Estados Unidos. Las empresas se habían habituado a
reclamar inversiones extranjeras para modernizar sus instalaciones y
veían ahora cegado ese recurso. En 1931, la masa de los créditos
exteriores alcanzaba la cifra exorbitante de 20,6 billones de marcos.
Al repatriar los bancos estadounidenses fondos para hacer frente a su
crisis se inició la quiebra en cadena de bancos alemanes y
austriacos.
La
producción industrial cayó a la mitad. El paro alcanzó una
dimensión espectacular: 2 millones de trabajadores se encontraron
sin empleo en 1929, y en 1932 ya eran 6 millones. Una masa
desesperada, sin posibilidades de recibir ayuda de supervivencia a
cargo de un Estado debilitado, configuró un grupo social presto a
escuchar el evangelio revanchista del hipernacionalismo. Hitler sería
aupado al poder en 1933 por el apoyo de esta masa de parados.
2.3.3. Crisis de onda lenta en Francia.
A
diferencia del carácter fulgurante de la crisis en los Estados
Unidos, Francia resistió un tiempo, pero a plazo medio, todos los
sectores quedaron gravemente tocados. En las exportaciones resultó
negativa la caída del precio del vino.
Después
de pagar su tributo a las ruinas de empresas y al paro, algunos
sectores se recuperaron. Tal fue el caso del aluminio. Y, sobre todo,
el del automóvil; la Renault se reactivó a partir de 1931, al poner
en el mercado un modelo barato que desplazó a los más caros de
Citroën.
2.4. Respuestas a la depresión.
Dos países reaccionaron con imaginación al desafío: Gran Bretaña y los Estados Unidos. Con su patrocinio se intentaría una salida global en la Conferencia de Londres de 1933.
2.4.1. Situación ventajosa de
Gran Bretaña.
En la Isla los efectos de la Gran Depresión tuvieron un alcance limitado. Aunque no consiguió librarse del paro, la bancarrota de sus industrias antiguas y el descenso de las exportaciones, Londres disfrutó de tres ventajas:
- El abaratamiento de los productos del campo, con el consiguiente ahorro para una nación importadora de alimentos.
- El mantenimiento del comercio exterior, gracias a su condición de cabeza de un imperio colonial.
- La posesión de reservas de oro.
Que
amortiguara los efectos no equivale a que los soslayara. El paro,
reducido a 1 millón en 1929, al comienzo de la crisis, en una
trayectoria oscilante aumentó hasta los 3 millones de 1933. Las
antiguas industrias, sobre todo el carbón, se encontraron en
situación crítica.
No
obstante, el gobierno británico actuó con sabiduría, manteniendo
elevados los salarios. Comprendía que para salir de la crisis
necesitaba aumentar el poder adquisitivo de los asalariados. Se
trataba de ideas de Keynes.
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2.4.2. Estados Unidos: Roosevelt y el New Deal.
En su condición de epicentro, la convulsión golpeó con especial fuerza a los Estados Unidos. En 1932, trece millones de parados y un millón de homeless, personas que habían perdido su hogar, vagaban errantes por las carreteras, de ciudad en ciudad, en busca de alimento.
Schlesinger describe en La era de Roosevelt la reaparición de formas de pobreza arcaicas, con numerosas personas que se alimentaban de detritus.
La
crisis consumió el capital político de los republicanos y en las
elecciones de 1932 el electorado entregó el testigo a los
demócratas, llevando a la presidencia a Franklin Delano Roosevelt,
quizás el más grande estadista del siglo XX. Roosevelt formó un
equipo de crisis integrado por banqueros, periodistas, empresarios,
universitarios, para diseñar un programa económico denominado New
Deal (Nuevo Reparto). Rompiendo la inhibición tradicional de los
gobiernos norteamericanos, que dejan el mercado al juego de las
empresas, Roosevelt encabezó una etapa de intervencionismo
gubernamental. En primer lugar se luchó contra el paro por medio de
grandes inversiones en obras públicas: reconstrucción de barrios
degradados, construcción de vías férreas y carreteras. Además la
administración rooseveltiana fijó salarios mínimos y estimuló su
aumento, para incrementar la demanda.
Poco
a poco, el paro se situó en los niveles de precrisis y la actividad
se reanudó. El New Deal constituyó un paréntesis en los Estados
Unidos, el momento en que el Estado se volvió beligerante, con su
intervención en la economía, para frenar los efectos de la
depresión.
2.4.3. La Conferencia de Londres.
Conscientes los gobiernos de que se enfrentaban a un desafío planetario, comprendieron que la salida habría de buscarse en soluciones internacionales. La Conferencia de Londres se inició el 12 de junio de 1933. Washington pedía la supresión temporal de las aduanas para reactivar el comercio; y la estabilización de las monedas.
Los
delegados norteamericanos esperaban la solidaridad de todos los
gobiernos para salir de la depresión, pero los
franceses y los ingleses no les siguieron y tras el fracaso de la
Conferencia cada país buscó sus propias recetas.
2.5. Repercusiones de la gran
depresión.
2.5.1. Repercusiones sociales.
En el terreno demográfico, la extensión del paro y el descenso en el nivel de vida reforzaron las tendencias antinatalistas, en tanto que la alimentación insuficiente empujó al alza los índices de mortalidad y, sobre todo, los de mortalidad infantil.
Otra
consecuencia de gran alcance fue la interrupción de las migraciones
continentales. En los Estados Unidos, entre 1932 y 1935, se produjo
el fenómeno insólito de que las salidas superaran a las entradas.
La
crisis afectó a la mayoría de los grupos sociales alimentando un clima de fuerte tensión y conflictividad.
2.5.2. Repercusiones políticas.
En la esfera de la política interna se contempló la crisis de la democracia parlamentaria, a la que se consideraba incapaz de encontrar respuestas.
Al mismo tiempo se reforzaban las dictaduras fascistas, que esgrimían argumentos contra la democracia. Es paradigmática la trayectoria de Hitler, aupado al poder por un ejército de seis millones de parados.
En el orden internacional, LA INEFICACIA DE LA SOCIEDAD DE NACIONES y el fracaso de la búsqueda de soluciones multinacionales como en la Conferencia de Londres, abrió un periodo de recelos y tensiones. El camino hacia la Segunda Guerra Mundial fue abierto por la política exterior agresiva de las potencias fascistas, pero éstas no hubieran encontrado el campo abonado sin las fricciones que desató en las relaciones internacionales la Gran Depresión.
2.5.3. Repercusiones intelectuales.
Una corriente de pensamiento empezó a formularse dudas sobre el modelo de desarrollo occidental (HOY DENOMINADO "pENSAMIENTO ÚNICO").
Romaní Ronand anotó en su Diario en 1931: "el mantenimiento de la situación social existente en todo el Occidente (...) es imposible".
Testigos
de la crisis fueron los novelistas estadounidenses que integraron la
"generación perdida". Su novela emblemática, Las uvas de
la ira, de I. Steinbeck, denunciaba en tono dramático la
desesperación de las gentes del sur.
2.5.6. Repercusiones económicas.
El hundimiento de los valores de la Bolsa de Nueva York se convirtió en una onda gigantesca, a manera de maremoto, que trastornó los centros bursátiles y afectó a todo el mundo industrializado como "economías dependientes" del coloso americano.
Tan gigantesca convulsión produjo el lógico desconcierto de la ruina que sigue a la prosperidad, pero, además, arrojó interrogantes sobre el modelo de desarrollo y aun sobre el futuro del sistema capitalista.
En definitiva, 1929 significó una gran lección, la de que la economía no puede sostenerse indefinidamente apoyada en la especulación. A partir de entonces, los gobiernos asumieron que debían actuar en el campo económico, como SISTEMA MIXTO con medidas precisas en el momento oportuno para prevenir otro cataclismo.
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(1919-1939).
power point sobre el ascenso de los totalitarismos (SANTILLANA)
Me parece impresionante como la gente se lanza al consumo cuando su economía se alza, aunque también es cierto que gracias a ese consumo lo que antes eran inventos innovadores ahora los tenemos por elementos cotidianos y básicos por lo que en cierto modo esa época de esplendor supuso un desarrollo tecnológico que favoreció el nivel de vida ya que las empresas debían mejorar sus productos continuamente para seguir captando ese interés del consumidor. Sin embargo creo que facilitar y ofrecer todos los ciudadanos de a pie las acciones cuando muchos de ellos no tenían los conocimientos suficientes para entender la cuestión ,fue un error pues sin saber que hacían consumían acciones como si fuesen cualquier otro producto de los que ahora se atiborraban y se endeudaban para comprarlas como si nada; esto afectó gravemente a largo plazo cuando la burbuja estalló y todo aquello de lo que gozaban se esfumó
ResponderEliminar- Iris Olivares
COMENTARIOS VÍDEOS BLOG JOSEMI: Tarea 1
ResponderEliminarLos felices años 20
Me parece que está bien el vídeo, pero debería de estar en color, puesto que llama más la atención y en blanco y negro, muestra una imagen más triste y pesimista, a pesar que habla de los felices años 20 una imagen pesimista, en mi opinión.
Entreguerras la economía
Me ha gustado el vídeo, y creo que aclara y muestra una información detallada, pero usar términos de subjetividad como el empleo de la primer persona y utilizar palabras como `pasta´ en vez de dinero o `jugar´ en vez de invertir creo que le resta seriedad al vídeo, pero a todo esto me ayudó a aclara y a entender las fases económicas que llevó a la crisis y también me ha aclarado el tema de la inversión en la bolsa, un aspecto del que no conocí claramente cómo funcionaba, otro aspecto positivo es el uso de imágenes que te señalan los puntos principales de lo que va a hablar
Los felices años 20 cortometraje
Las personas que realizaron el cortometraje realizaron muy bien la vestimenta de la época, y los imágenes fueron muy claras e identificables, pero para ello deberían ver los vídeos anteriores,
Me gusta que hayan incluido ámbitos como el cine como Charle Chaplin puesto que es conocido y gracias a él podemos introducir estos temas a los más jóvenes y otro ámbito como la música muy presente en la actualidad, y me llamó la atención e la prohibición del vino, aunque dicha información tuve que buscarla a parte para entenderla.
Comentario a parte
Pienso que debían haber mirado más al futuro, para así poder evitar esta catástrofe, puesto que pensaron que esta época, la belle epoque duraría para siempre, y que Estados Unidos sería siempre el imperio más avanzados de todos, ya que se creían que los demás no evolucionaría y siempre tendrían dependencia de de él.
Tampoco debieron permitir que Estados Unidos controlase a Europa, ni mucho menos depender económicamente de ellos, pero creo que esto lo permitieron porque nunca llegaron a imaginar que sufrirían esta crisis arrastrando a todo el globo
Gracias a los errores aprenden experiencias.
Ángela C
En primer lugar, me llama mucho la atención cómo Estados Unidos fue capaz de progresar tanto económicamente , en el ámbito tecnológico y en innovaciones en tan poco tiempo, y que todo eso que habían progresado se desmoronase de la noche a la mañana.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, creo que los norteamericanos fueron descuidados, inocentes e incrédulos, puesto que pensaron que las ganancias cada vez serían mejores, y que no habría nada que perder, sino que el triunfar estaba asegurado. No pensaron en las consecuencias que esto pudiera provocar en caso de que se produjese algún imprevisto. Creían que la situación sería así de estable y de beneficiosa por mucho tiempo.
En vez de guardar y ahorrar una parte de los beneficios, lo invirtieron todo, e incluso pedían préstamos a los bancos para poder invertir aún más dinero (aunque no fuera realmente suyo), y así supuestamente poder obtener el doble. Es por ello que no actuaron con cabeza sino con impulsos, ambición y codicia.
Por otro lado, los bancos no deberían de haber dado préstamos con tanta facilidad y sin tener la certeza de que el dinero fuese devuelto.
La sociedad en esta época vivía en una burbuja consumista, ignorante y ciega, en la que la mayoría de la gente hacía lo mismo que el resto sin conocer realmente a qué se estaban aferrando.
Natalia González
Este vídeo deja bastante claro que la economía norteamericana prosperó de forma continua y a gran escala después de la primera guerra mundial,mayormente gracias a las innovaciones tecnológicas.Llegando a cambiar la forma de vida cotidiana de los habitantes de Estados Unidos, a una vida que como gran necesidad estaba el consumismo.Y que la subida de la Bolsa los llevó a la ruina.
ResponderEliminarPienso que los estadounidenses tras la subida de la Bolsa se confiaron demasiado ,al saber que sus ganancias aumentarían solo al comprar acciones.Debido a que estaban pasando uno de sus mejores momentos en cuanto a la economía del país,no podían comprender lo que en realidad estaba pasando,ya que solo pensaban en que eso se mantendría así durante muchos años más y no les importaban las consecuencias a las que los llevaría.
La ambición y codicia por no quedarse atrás, hizo que la burbuja en la que estaban sumergidos estallara y que de un día para otro estuvieran en las peores condiciones de pobreza tras haberlo perdido todo.
María Peña Fernández
Me ha sorprendido mucho, el cómo de un día a otro, la bolsa cayó en picado, sin ninguna razón aparente. Y eso me hace pensar en que puede volver a ocurrir lo mismo un día cualquiera de nuevo. En lugar de haber invertido dinero que incluso no tenían, deberían haberlo hecho todo con más detenimiento, y a lo mejor incluso podrían haberlo evitado.
ResponderEliminarPero no todo fue negativo, este ambicioso proyecto, también hizo que se produjesen nuevos sistemas de transporte o nuevos métodos económicos que hoy en día son esenciales para la comunidad. También hubo un avance en la electrificación de las calles y por lo tanto en temas tecnológicos, esto sin saberlo, será una seña de identidad de América posteriormente.
En este periodo nació el consumismo, eso que hoy en día es lo que mueve a la sociedad. Esto puede ser usado como un arma de doble filo, porque nos hace malgastar más en cosas que a lo mejor no son indispensables, y que las compramos por mero gusto. Pero también hace que al ser la demanda más alta, se generen nuevos puestos de trabajo y la tasa de paro sea muy baja.
Pero esa codicia y esa ambición de poder y de querer siempre más y más, trajo consigo horribles consecuencias que siempre se quedarán reflejadas en la historia. Gente que pasó de tener el último coche de Ford, a ahora tener que andar con zapatos hecho de papel de periódico, o tener que pedir comida en un comedor social porque no tenían dinero ni para una barra de pan.
Todo lo que hacemos sin ver las consecuencias que puede traer, tienen una repercusión, y en esta ocasión la tuvo de manera tan grande que afectó a todo el país brutalmente.
Pilar Lago Ortiz